Tras su repunte de 2021, la producción mundial de gas se mantuvo estable en 2022 y 2023.

La producción mundial de gas se mantuvo prácticamente estable en 2023 (con un ascenso del 0,7 %), después de una caída del 0,1 % en 2022.
De hecho, el crecimiento constante de la producción de gas en EE. UU. (4,7 %, casi tan rápido como su media de 2010-2019) se vio compensado por una caída del 5,5 % en Rusia debido a la disminución de las exportaciones a la Unión Europea.
La producción de gas se desaceleró en Oriente Medio (con un incremento del 2,7 %, por debajo de su media histórica), por la fuerte desaceleración en Irán (aumento del 1,3 % en 2023, en comparación con más del 5 % anual habitual) y la producción estable en Arabia Saudí. La producción de gas aumentó un 3,5 % en Asia, alrededor de un 6 % en China y la India y un 2,1 % en Indonesia, mientras que cayó un 1,5 % en Malasia. Se mantuvo estable en África (con un aumento del 8,3 % en Argelia compensado por una caída del 11 % en Egipto), en América Latina (a pesar de un incremento del 8,6 % en Brasil) y en Australia (con un crecimiento de tan solo el 0,8 %). La producción de gas cayó un 9,3 % en Europa, derrumbándose en los Países Bajos (34 %) con el cierre del campo de Groningen y disminuyendo un 5,6 % en Noruega debido a los programas de mantenimiento de los campos y a un año récord en 2022.